¿Qué tan profunda puede ser una filosofía en diseño gráfico, junto a su representación visual?
Inspirada en el Conceptismo —movimiento literario del Barroco que se caracteriza por la asociación ingeniosa entre palabra e idea, y por la concentración del máximo pensamiento en el mínimo de forma—, (penna), la filosofía de silenciodíaz, es caracterizada, de una manera paralela, por la asociación ingeniosa entre forma e idea, y por la utilización de trazos y figuras minimalistas para expresar la máxima esencia del concepto.
Penna, en latín, significa pluma, y se ha escogido este idioma por ser la madre de un gran número de otros. El motivo de los paréntesis se debe al deseo de agrupar todas las dignas características de la pluma en una sola palabra.
Como el cisne, para los modernistas, la pluma es el símbolo de (penna), que aunque naturalmente debería serlo, recoge nobles detalles pertenecientes al alma de la filosofía: belleza, exotismo, refinamiento, elegancia, cultura, fuerza...
Su identidad es la propia filosofía encarnada en una imagen. Representa una pluma en su forma mínima, sin perder la esencia, y conceptualizándola aún más. Su diseño está construido en base a dos figuras básicas: dos óvalos que, a través de la asociación de elementos, ocultan su identidad minimalista.
Los cortes, en las plumas, son tan representativos que si fueran omitidos su identidad se perdería fácilmente. Dichos cortes pudieron haber sido plasmados de manera más minimalista: dos triángulos harían el juego sin esfuerzo; sin embargo, su estructura quedaría tan rígida y poco natural que el concepto se vería alterado. En vez, curvas orgánicas hacen su papel, y añaden el refinamiento y la elegancia. Cabe notar que dichas curvas son geométricas, en realidad: son segmentos sacados de círculos, dando a conocer, así, uno de los títulos ostentados por un conceptista: Ilusionista Geométrico.
La punta aporta el toque de ingenio y perspicacia: su colocación, fuera del cuerpo de la pluma, obliga al observador a fijarse en este elemento como uno propio, aunque manteniendo la integridad del diseño.
La inclinación muestra la posición de (penna): basada en conceptos clásicos —por su concepción a partir de un movimiento artístico del Barroco—, con una filosofía moderna e innovadora.
Finalmente, el color representativo es el gris, que ayuda a enriquecer la identidad con características ya atribuidas a éste: neutralidad —la filosofía, aunque un poco rígida, es tan flexible como para dejarse influir por la situación—, frialdad —muestra los conceptos tal como son, sin añadiduras de elementos superfluos—, y doble sentido —el dualismo existente entre el blanco y el negro: el minimalismo y el conceptualismo.
Una filosofía, idependientemente del área a la que pertenezca, puede ser tan profunda como ésta lo permita, y, de igual manera, su representación visual. (penna), y su ícono distintivo, llegaron al punto al que desearon, situado en el centro de dos paradojas: la filosofía, entre la rigidez y la flexibilidad; y la identidad, entre el minimalismo y el concepto —minimalista, mas no hueca; conceptual, mas no abrumadora.